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Evolución del tiempo medio




Epigrafías e inscripciones latinas, griegas, árabes, hebreas, sánscrito, jeroglíficos, etc.

En un primer acercamiento ya vimos que el tiempo medio se aplicó al tiempo civil para resolver el problema de la distinta duración de los días que presentaba el tiempo verdadero. También hemos visto que las horas iguales reemplazaron a las horas desiguales porque los relojes mecánicos marcaban un tiempo uniforme e invariable que se adaptaba mejor a las nuevas necesidades de las sociedades modernas, y condicionaron o provocaron el cambio. La evolución puede resumirse a grandes rasgos así:

1.- Hasta el s. XIII los relojes solares europeos indicaban las horas desiguales y el tiempo verdadero local del lugar, y usaban gnomones de punto indicador u ortostilos. Las campanadas de las iglesias se producían en los momentos que el reloj de sol indicaba las horas canónicas (o sus oficios religiosos correspondientes) y servían de guía para los ciudadanos durante el día. Por la noche los religiosos usaban clepsidras, velas, etc., o medían el tiempo por el número de páginas copiadas, salmos cantados, etc.

2.- Hasta el s. XVIII el tiempo en Europa continuó siendo el verdadero local, ya marcasen los relojes horas iguales o desiguales y usasen gnomones polares o de punto indicador. Cuando surgieron los relojes mecánicos, las ciudades yo no tuvieron que depender de las horas canónicas ni del calendario eclesiástico, y podían tener su propio vigía o campanero que igualaba la hora del reloj mecánico "municipal" con la hora solar al mediodía, y luego daba toques de campana para regir la vida de los lugareños (sólo unos pocos privilegiados tenían relojes). Los primeros relojes mecánicos no tenían agujas y sólo daban toques de campana, pero en el s. XVI ya los había incluso de bolsillo.

3.- En el s. XVIII había relojes mecánicos lo suficientemente precisos como para acusar los retrasos y adelantos que sufrían los días del tiempo solar verdadero, y los astrónomos y los relojeros plantearon el uso del tiempo medio. En los observatorios y en los talleres de los relojeros que fabricaban instrumentos muy exactos los relojes se seguían poniendo en hora con el Sol, pero en vez de igualar la hora del reloj mecánico con la hora del reloj solar, le aplicaban al reloj mecánico los valores de la ecuación del tiempo para sincronizarlo con el tiempo medio, no con el verdadero.

4.- Se empiezan a propagar los medios de comunicación y de locomoción: en el primer cuarto del s. XIX se inventó la locomotora en Inglaterra, y los ferrocarriles (en 1848 en Barcelona) y el telégrafo empezaron a funcionar desde mediados de siglo. Todo esto originó la necesidad de sincronizar también los relojes de la sociedad civil, que ya eran muy exactos aunque aún su uso no estaba generalizado debido al alto coste de los mismos, con el tiempo medio de los observatorios, usado hasta el momento por los astrónomos, los navegantes y los científicos. Se va abandonando el uso del tiempo verdadero, y además se unifica la hora a nivel nacional: todas las ciudades sincronizan sus relojes con el tiempo medio del observatorio principal del país, transmitido por telégrafo; los relojes solares empiezan a perder su utilidad.

5.- Los avances técnicos continuan: a finales del s. XIX e inicios del XX se desarrollan el telégrafo sin hilos y la radiodifusión, y se acortan los tiempos de los viajes gracias a medios de transporte cada vez más veloces; la aeronáutica lo hace a partir del primer cuarto del s. XX, momento en que la hora empieza a emitirse por señales de radio. Es necesario un nuevo reordenamiento de los sistemas de medición del tiempo, y el establecimiento de escalas temporales internacionales. Pasada la primera mitad del s. XX el reloj mecánico ya se usa de forma masiva y el tiempo deja de medirse en función de la rotación terrestre; ahora se basa en las transiciones u oscilaciones electrónicas -cuánticas- del átomo de cesio 133 y otros, en relojes atómicos (de haz de cesio o rubidio y máseres de hidrógeno). Ya no es necesario el Sol para obtener la hora, ni el reloj de sol para marcarla.

En la próxima página intentaremos aclarar el concepto de tiempo civil, sobre el que suele haber bastante confusión.



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